COVID-19 HUMANIDAD-0 (En el descanso)
Puede parecer un resultado abultado por los merecimientos de ambos contendientes, pero así es como está el marcador tras disputarse la primera parte del encuentro. Por lo que hemos podido observar hasta ahora, nos enfrentamos a un equipo que sabe jugar al contraataque, presionar al contrario y aprovechar los errores del rival cuando tiene la posesión del esférico, porque hace creer a éste que tiene el control, cuando sucede todo lo contrario, ya que todas las líneas de pase están cerradas y la vía del regate acaba siempre en una pérdida.
El rival tiene una estrategia definida,
con jugadores muy correosos y escurridizos que van castigando al
oponente allí donde encuentran una debilidad, da igual que sean
jóvenes dotados de fortaleza física, velocidad, movilidad o
habilidad en el uno contra uno, como veteranos con mucha
experiencia y control de los espacios dentro del campo. En cualquiera
de los casos, siempre acaban sorprendiéndolos al menor despiste.
Busca su oportunidad en el área chica,
donde se produce una mayor aglomeración de jugadores, marea a las
defensas con su habilidad para colarse por lugares inverosímiles y
muchos de sus goles los consigue después de elaboradas jugadas en
las que deja descolocado al portero Político de Turno (que está
teniendo una temporada aciaga y que parece estar en baja forma con
problemas musculares, cerebrales y de visión), hasta que alguno de
los delanteros o centrocampistas acaba por rematar a puerta vacía
sobre la línea de meta.
Su estrategia es siempre ir al ataque
tratando de pillar desprevenida a las defensas, que no dudan en hacer
faltas, tanto tácticas como obligadas para detener el avance del
equipo contrario. Pero es aquí, en los lanzamientos de los libres
directos e indirectos, donde también han demostrado ser superiores
sobre el terreno de juego, porque han sido capaces de diseñar
infinidad de jugadas para acabar marcando.
A balón parado disponen de jugadores
con un disparo de gran potencia, capaz de atravesar cualquier barrera
humana que se le ponga por delante. El primer lanzador que ejecutó
la primera falta cerca del área lo hizo con tanta fuerza que
desplazó con el balón al jugador con el que impactó en la barrera
y al mismo cancerbero que trató de deternerlos, terminando los tres
dentro de la portería y enredados en las mallas.
La celebración de aquel gol por parte
de los rivales fue entusiasta y provocó la desmoralización del
equipo humano, hasta el punto que cuando toca lanzar un libre directo
la barrera humana se abre directamente y deja pasar al esférico
hasta la portería, donde han sido baja hasta los travesaños y el
larguero, por lo que la portería es virtual y los goles suben al
marcador después de ser analizados por el VAR, que ha anulado unos
cuantos, lo que ha librado al equipo humano de una desventaja mayor y
que los comentaristas de manera unánime califiquen al arbitraje como
bastante casero.
Ante esta superioridad manifiesta desde
los primeros instantes del partido, los jugadores de la COVID podían
haberse dedicado a humillar al equipo humano, pero han preferido dar
espectáculo. Así hemos podido presenciar una gran variedad de
jugadas de estrategia tanto en faltas laterales como en los saques de
esquina, donde se ha podido apreciar el sutil toque de balón de que
disponen muchos de los rivales, los malabares que son capaces de
hacer con la pelota, el dominio del esférico, el juego de cabeza,
los taconazos, las rabonas, las roscas y, como no podía ser menos en
un equipo con tanta calidad, un gol olímpico que merece pasar a los
anales de este deporte por la belleza de la curva elíptica trazada
en el aire por el balón, que dejó a todos los presentes anonadados
mientras la admiraban.
El equipo humano ha intentado jugar al
tiki-taka, pero ha estado mal posicionado y organizado. Luego ha
habido jugadores que se han dedicado a recortar a diestra y
siniestra, siendo muy individualistas y poco solidarios con los
compañeros mejor posicionados, tratando de ganar el partido por su
cuenta, una actitud que, una vez que se produce la pérdida del
esférico, ha dejado desguarnecida a la defensa, cuyos integrantes
han visto como sus rivales los desbordaban por velocidad sin piedad
una y otra vez, haciéndoles recular hasta casi sacarlos del campo.
Los entrenadores del cuerpo técnico
humano también han estado negados y torpes, porque viendo lo que se
le venía encima al equipo tenían que haber optado por la táctica
del autobús en defensa, en opinión de la mayoría de los
periodistas especializados, cerrando todos los espacios para que no
pasara el rival, lo que cuando se quiso hacer ya fue demasiado tarde
y ya se habían encajado varios goles, algunos de ellos psicológicos, por no hablar de los goles en propia meta.
Desde que se vio que no era posible
provocar el fuera de juego en los contrincantes, que ganaban la
espalda a la defensa, parecía obligado el cambio de estrategia, pero
la alineación elegida no era la mejor para estos casos, ya que había
mucha estrella mediática que no estaba dispuesta a sacrificarse para
ayudar en las tareas defensivas, sobre todo a la altura de la
medular, donde se deciden los partidos, según los expertos.
Otro error mayúsculo se produjo al
diseñar la remontada, cuando ya se habían encajado varios goles y
cundía el desaliento entre las filas humanas. Los entrenadores daban
órdenes contradictorias a los jugadores: unos decían que había que
echar balones fuera y otros que, vista la superioridad del rival en
el centro del campo, había que lanzar balones largos a los
delanteros, pero estos se chocaban una y otra vez contra un muro de
incomprensión y su falta de recursos hacía imposible hacerse con el
control del esférico o tan sólo conseguir golpearlo en dirección a
la portería contraria.
La ambición desmedida y la arrogancia de creernos los mejores, los más inteligentes y 'sapiens', junto con
la mala preparación del encuentro olvidando la máxima futbolística
de que no hay enemigo pequeño, han llevado al equipo humano a esta
desastrosa situación, porque muy pocos conocían cómo jugaba el
rival y nadie hizo caso a sus advertencias. Ahora, en los vestuarios,
los jugadores y el cuerpo técnico están repasando los videos que
tenían que haber estudiado antes del comienzo del partido, pero
disponen de muy poco tiempo para encontrar una estrategia acertada.
Lo que está claro es que va a haber
cambios en la alineación, aunque muchos dudan que las 'vacas
sagradas' vayan a permitir dejar a otros más capacitados el lugar
que ocupan sobre el césped o sacrificarse en beneficio del
colectivo. La segunda parte va a ser una incógnita, pero todavía
queda ilusión entre los aficionados e incluso se hacen apuestas a
favor de la victoria humana. No duden que, si esto llega a suceder, pasará a los anales del deporte humano como una remontada histórica, aunque muchos piensan que lo máximo a lo que se puede aspirar es a marcar el gol del honor con una vacuna, como pasó con el partido contra la Gripe.
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