Personas queridas y queridas personas
Decir sí a una propuesta siempre supone un cambio de impredecibles consecuencias, o quizá no tanto, en la vida de la persona que asevera, frente al inmovilismo que supone una negativa. Esta es la historia de un afortunado sí y de lo que sucedió inesperadamente, pero también de manera muy gratificante, a raíz de ese compromiso verbal. Todo comenzó el 28 de abril de 2022 (gracias whatsapp por conservar las conversaciones) cuando la escritora Cristi Cruz Reyes me envió el siguiente mensaje: “Buenos días, Agustín. Se me metió un proyecto literario en la cabeza hace dos años y ahora estoy arrancando. Sería una publicación conjunta de relatos y poesía, no vinculada a ningún organismo o asociación. Se trata de un homenaje particular a los mayores. Me gustaría contar contigo.” A aquella proposición contesté: “Claro, pero espero que no sea urgente, porque estoy de viaje.” A partir de ahí se sucedieron los mensajes por diferentes vías y concretamos la entrega del texto y sus dimensiones ante