Democracia genocida
Quizá fui educado de manera incorrecta. Quizá formulé preguntas poco adecuadas y, a falta de palabras convincentes, busqué respuestas en los clamorosos silencios. Puede que mis percepciones de la realidad fueran poco nítidas o confusas y me condujeran a error. Pero nunca pensé que los ideales que me intentaron inculcar fueran, desde el momento de su formulación, una patraña. Que la libertad, la igualdad y la fraternidad no significaran lo que anunciaban, enunciaban y denunciaban y nos impulsaran a ser mejores, sino que se trataba de falsedades que encubrían oscuras intenciones. Que detrás de los principios democráticos se escondía lo peor del ser humano, que ahora se manifiesta a plena luz y con orgullo, como la base de la civilización actual. Que los derechos universales no lo son tanto, en función del territorio y de los intereses de unos pocos. Cuadro de 1830 pintado por Eugène Delacroix titulado "La libertad guiando al pueblo" que se expone en el museo del Louvre de París...